, umbrales, que son índices localizadores, orientadores, relacionadores, que esbozan un horizonte en cada trance, porque lo primero que la conciencia necesita es saber por dónde anda, dónde está. Quizá ni tan siquiera hay que entender como una limitación de la conciencia el que hayadeatenerseaestasseñales,delmismomodoqueanadiejamássele ha ocurrido (sin que esto valga aquí más que como metáfora) tener por limitadora servidumbre de la navegación, sino, por el contrario, como algo que la facultaba para un aumento incalculable en su libertad de movimientos