y que no debe pertenecer a su experiencia ni al horizonte moral en que despliega su atención y su cuidado, se reduce artificialmente el alcance de la responsabilidad, dejandola muy por debajo de su cometido real, como si deliberada o inconscientemente se la hubiera querido incapacitar o atrofiar paraasumiresafunción,conelpropósito,quizáinadvertido,deexonerarla, relevarla y jubilarla. Por eso, antes que los derechos formales de la libertad de expresión, antes que las formalidades procesales, antes que las ornamentalidades de