le parece nuestra obra aquí". Entonces yo me volvía a mirar por la ventana, como a buscar desesperadamente algún asunto descriptivo, no valorativo, a que agarrarme. Al otro extremo del rodal del claro no veía más que una cocina de campaña casi expuesta a dardearder,enunasúbitaráfagadeviento,alosabetospróximosyde ahí a todo el bosque; sobre una gran parrilla de hierro, con cuatro patas para hacer por debajo sitio al fuego, había una inmensa olla cilíndrica que por las comisuras de la tapadera dejaba escapar velos de vapor. En derredor