Texto contextualizado: |
vergonzosas capitulaciones de Nicea) la admite y la somete a consideración moral. Pero una moral pacífica a pesar de todo y siquiera de nombre, como la cristiana, si quiere justificar la guerra, no tiene más remedio que poner esa justificación fuera de la guerra misma, o sea, ampararla bajo la idea de la utilidad; convertir la guerra en medio para un fin autónomo, otorgando a este fin la capacidad de criterio exclusivo para determinar la bondad o maldad de la guerra, que de rechazo viene así a quedar como |
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