a la par con la conciencia, sino la conciencia la que se desplaza y se reajusta para adaptarse al fin. Más lúcida y cínicamente lo decía, en Tito Livio, aquel pretor lacial, Anio Setino: "Facile erit, explicatis consiliis, accomodare rebusuerba"("Fácilserá,unavezpuestosenmarchalospropósitos,ajustar las palabras a los hechos"). Veinte siglos de historia contemplaban realmente al emperador de los franceses cuando dijo aquello de "nous nous engageons et puis on verra". Por supuesto