hacen serán bienvenidos. Con su permiso. Se levantó con grandes trabajos y se dirigió a la puerta llevandose consigo el quinqué. Le seguimos y recorrimos de nuevo los pasillos del monasterio hasta desembocar en una capilla en ruinas donde se consumíandosciriosyenlaquesehabíacongregado la comunidad. Comprobamos que efectivamente eran dieciocho y el padre prior y que todos frisaban la centuria. Esperamos a que terminara el ceremonial y acompañamos luego a la comitiva, que, precedida