Texto contextualizado: |
Pero no por eso dejé de porfiar, que bien sé que la memoria almacena lo que el intelecto rechaza y no desconfiaba yo en que alguna noche tuviera el señor Ministro un confuso sueño que, hábilmente desentrañado por su analista, le hiciera recordar mis anhelos. Con esta tenue esperanza concluí mi discurso y recuperé la posición marcial que al calor de las palabras había en cierta medida descompuesto. El señor Ministro, viendo que me había callado, dejó el transistor sobre la mesa |
LAB:025.31 |