Hoy lo que más diferencia a las gentes es el dinero. PADRE.- (Asintiendo.) ¿Oyes? Por eso hay que ganarlo, Esteban. No digo que debamos descender al comercio, alausura...(SevuelvehaciaMONTESECCO.)¡Oh,perdonad! MONTESECCO.- ¿Yo? ¿Por qué? PADRE.- No sé... Quizá mis palabras... MONTESECCO.- ¡Ah, claro, la banca! No, no tengáis