a vuestro diablo tras unas cosas y tras otras no. Quizá le oyérais en el rumor del torrente y el fragor de la tormenta. Y en la noche vierais las negruras de la condenación y en las exhalaciones el fuego del infierno. Hoy, aquí yo hevistoyheescuchadoaDios.Yhesentidounpuntoque le temo como vosotros al diablo. He oído a Dios en esos cánticos, en los rumores de las beatas; lo he visto en la luz de los vitrales y en las llamas de los cirios.