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| vez, vi a tía Elisa derrumbarse en un llanto desesperado. También ella les había visto marcharse. Dos semanas más tarde volvió Santiago. No sé cuántas | [SUR:106.16] | +info |
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| el vetusto historiador--. Ustedes se quedan a pasar la noche aquí. Nadie les ha visto entrar y no creo que sospechen de mí. En esta casa estarán seguros. | [LAB:115.20] | +info |
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| Sin duda a él le había llegado el momento. Iba a ser muy fácil; se lo había visto hacer tantas veces al padre... agua templada, jabón, mucha espuma en la brocha. La | [JOV:087.19] | +info |
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| de los obsesos del sexo. Tras su exterior glacial, queman como la nieve. Les vemos subir y bajar la escala social, pero mantienen la pupila atenta a la | [PAI:103.09] | +info |
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| y contemplar desde la ventana de su estudio el casquete de mazapán de la Opera- le vemos prevenir por escrito a la invisible esposa su gallarda resolución de protestar. La gabardina y | [PAI:148.17] | +info |
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| Ese olor conocido, pero inclasificable; antiguo y entrañable. Ese olor... El viejo le ve olfatear. -¿Ya no te acuerdas? De golpe | [SON:138.20] | +info |
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| y luego retrocede por el pasillo sin advertir que el hijo, desde su puerta, le ve regresar a la alcobita. Sólo entonces, sonriendo compasivo, se mete Renato despacio en su cama para no | [SON:283.08] | +info |
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| con sus deditos ungidos, igual que los jabalíes delimitan sus territorios --el viejo les ha visto hacerlo en primavera- sembrando efluvios genesíacos en piedras o jarales. | [SON:068.21] | +info |
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| va hacia el árbol. El muchacho teme que ese anciano pueda caerse, pero le ve escalar los peldaños sin vacilar. Al momento, ¡qué seguridad en los golpes! Primero considera brevemente | [SON:115.21] | +info |
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| «¿Será que dan leche los pezones de Andrea?», se extraña el viejo, pues no les ha visto preparar biberón. Burlonamente intrigado sigue a Renato hasta la alcobita | [SON:031.29] | +info |
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| -Ni una lira -afirmó--. Sólo quiero sus cosas personales, las que le he visto usar: la manta, la navaja... Hortensia no pudo | [SON:338.06] | +info |
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| sólo se notan como un estorbo si gatean por la casa, pero no cuentan hasta que no les vemos llevar el asno del ramal a darle agua o echar pienso en el corral a las | [SON:034.07] | +info |
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| ya se ha visto! Es que mi Brunettino me da vida... Para él llegaré a sentarme bajo la parra viendole jugar... Por lo menos un verano... ¿Y por qué | [SON:143.34] | +info |
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| ocurre y lo graban sin perderse nada, como si fuera el catecismo... ¡ Si les vieras discutir luego muy serios, en ese italiano de la radio! ¡Ni que yo hablara | [SON:243.20] | +info |
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| gente milanesa. -Le gustan los rascacielos, ¿verdad? -preguntó Andrea cuando le vio instalarse allí por primera vez-. ¡Son espléndidos! | [SON:065.09] | +info |
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| en el dialecto milanés. «¿Cómo se puede confiar en un tipo así?», pensó el viejo en cuanto le vio aparecer por la puerta, en la mañana de ayer. | [SON:121.30] | +info |
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| hijo acabará comprendiendole. Renato, que se está poniendo la bata, se extraña al verle entrar: -¿Quería usted algo, padre? | [SON:056.32] | +info |
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| que puso Anunziata cuando arreglaban al niño para salir de paseo: ¡qué sorpresa la suya al verle abrochar el vestidito sin dificultad! Nadie sospecha cuánto ejercicio | [SON:126.05] | +info |
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| » Hortensia, advertida por el susurro, se vuelve a mirar al viejo, extrañada de verle mover los labios en una oración. Pero dura poco y él vuelve a su silencio, | [SON:183.02] | +info |
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| para el hijo: el viejo llamandola desde el baño, ella acudiendo a tiempo de verle doblarse sin sentido desde el retrete al suelo, el agua de la taza enrojecida, las fláccidas carnes al | [SON:287.16] | +info |
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| yo no tenía idea de lo que es un abuelo... ¡ Y el niño le adora a él; no hay más que verles jugar! Ahora es ella la que se refugia en el hombre, | [SON:292.35] | +info |
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| el color de su ropa interior. Nadie en la casa solía reñir a Miguel cuando le veía ir de un lado para otro arrastrando su sillón. Todos parecían de acuerdo en pasar por alto | [TER:041.22] | +info |
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| pocos minutos después de que Carmina lo hiciera para ir al mercado. Desde la ventana le veía seguirla, disimular mirando escaparates, mezclarse con la gente para pasar inadvertido, | [TER:047.27] | +info |
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| había llegado a soñar con su protagonista, el Hombre Invisible. Poco después, mientras le veía marchar, el niño pensó que las horas habían discurrido demasiado | [TER:057.29] | +info |
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| días al loro su ración de pipas, le gustaba hablarle en un susurro mientras le veía comer, decirle qué guapo estás y qué gordo, cómo has mejorado, qué bonito es ahora el color de | [TER:088.20] | +info |
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| El mal genio lo guardaba para él, para Miguel, y ya no sólo se enfadaba cuando le veía meterse el dedo en la nariz o tardar en tomarse la sopa: | [TER:092.18] | +info |
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| llegar a su abuelo altísimo, a su abuelo admirable, inmenso dentro de su capa antigua. Le vio detenerse un instante en el centro del dormitorio y observar | [TER:053.29] | +info |
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| hizo con rudeza, como los matones de las películas de dibujos animados. El niño le vio anotar en su agenda los dos únicos nombres que supo proporcionarle: | [TER:068.20] | +info |
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| otra ocasión, para llevarse su retrato del dormitorio grande. La abuela, cuando le vio entrar, lanzó un grito agudo, se ocultó bajo las sábanas y empezó a llorar en un acceso | [TER:093.24] | +info |
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| en común con el abuelo, el príncipe aventurero, el amigo íntimo de Federico. Le vio dirigirse en silencio al dormitorio grande, detenerse ante la puerta, dejar caer al suelo su | [TER:105.31] | +info |
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| tanto insistía, por qué no se iba a merendar al retrete. Esa tarde resultó aburrido verle bizquear o remedar sin gracia los gestos de Agus. Miguel sólo se rió cuando | [TER:021.28] | +info |
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| la muchacha corrió a abrir, parecía impaciente por saber quién llamaba. Era Agus. Al verle entrar gordo y sonriente en la habitación sintió Miguel deseos de gritar: «¡Estúpido! | [TER:029.26] | +info |
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| que, por lo menos, había conseguido erradicar aquel enojoso gesto breve, no recordaba habérselo visto hacer en las últimas semanas. Ahora, sin embargo, incluso | [TER:119.22] | +info |
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| al otro lado [ por el frente cercano. ] Y desde entonces... mi madre esperó verle regresar [ cuando la guerra terminase. ] Perdí después la pierna y ella me decía: tu padre | [CAI:051.22] | +info |
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| , dejando colgar el invariable paño blanco entre las muñecas y el delantal; en cuanto le veía entrar, un ligero estremecimiento sacudía su cuerpo antes de que atinase | [MIR:079.27] | +info |
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| sale corriendo por uno de los laterales y siempre perseguido por El Peluche, que ahora exclama viendole escapar:) ¡Huye, huye!, ¡ya te agarraré! ¡Juro que romperé | [1IN:064.17] | +info |
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| os digo. Aunque el rojo estallido de la sangre en la herida me nubló la vista, tuve fuerzas para verle marcharse vivo hacia la sacristía... ¿O lo habéis visto mejor que yo? ¿Podéis | [COA:009.13] | +info |
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| mismo, que os lo debemos todo. Pero Julián era el ídolo de todas las muchachas de Florencia... Y acaba de verle morir apuñalado. No sabe aún lo que se dice. Isabela, la | [COA:036.19] | +info |
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| un mundo para defenderle de tu ausencia. Lo comprendí desde la primera vez que les vi juntos. Ella venía de trabajar. Tenía una tienda de objetos de arte y muebles antiguos. Entró en la habitación | [SUR:047.08] | +info |
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| Javier muerto, Javier extendido en un ataúd, le acongojó. Recordó que nunca le había visto enfermo, y se tranquilizó a sí mismo evocando su furia en los deportes, su fama de goleador | [JOV:103.26] | +info |
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| lo empujará a patadas, como un poseso, a la alcantarilla más próxima. Hay que verle también plantado en medio de la calle como un bobo, con el impermeable, el sombrero | [PAI:106.27] | +info |
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| . Hortensia vuelve al presente. -¡Cuidado! No le gustará que usted le haya visto desmayado. Salga al pasillo y haga como si llegara más tarde. Espere ahí fuera. | [SON:288.28] | +info |
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| -No se lo voy a robar, señor -tranquiliza con una sonrisa--. Le oí llorar, le vi solo y me acerqué. El niño ya no llora. La mujer le limpia la mejilla | [SON:128.27] | +info |
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| » Hortensia se incorpora a medias y ladea el cuerpo apoyandose en el codo: necesita verle tendido; mirarle desde arriba. Un recuerdo estalla | [SON:247.26] | +info |
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| ser a la vez abuelo y abuela ». La doctora, deseosa de ayudarle al verle caviloso, le explica que también los hubo con dos sexos a un tiempo, no por mitades. | [SON:272.31] | +info |
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| ? CHUSA.- ¿Alberto? ¡Qué dices! Alberto es normal, aunque le veas así vestido de policía, es completamente normal. Bueno, también es que lleva poco tiempo. Es muy | [MOR:033.22] | +info |
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| que aparece Ramón, enfundado en las espectaculares prendas de obispo. Debe suponerse que ya le han visto todos vestido así, puesto que no hay sorpresa. Simultáneamente aparecen | [CIN:106.04] | +info |
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| BLANCA.- ¿Qué decís? Lorenzo no ha muerto. ISABELA.- Yo le vi sangrante. ANTONIO.- (En voz baja, a Beppo.) Haz subir a Jacobo | [COA:066.11] | +info |
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| ERNESTO.- Pero tú no eres un obispo normal. ¡Eres el rey de los obispos! (A Adi y Javier.) Le veis así y con su ropaje de gala y es como comparar una ermita con una | [CIN:098.11] | +info |
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| en los últimos doce años y en aquel lugar, los años y el lugar que le habían visto alcanzar la posición de la que gozaba hasta que el maldito | [MIR:088.17] | +info |
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| otro que resulta que, no sé, no había tal abismo, era una cuarta de... de altura y en fin no, no tiene. No, yo le veo que los chiquillos estos ya casi no lo atienden. Muchas veces, | [MAD:205.07] | +info |
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| chalado de las Ciencias Naturales; borracho de las Ciencias Naturales y este muchacho, pues le veo que le gusta el campo, que es capaz de conocer a un animal a distancia, de ver el bicho que | [MAD:222.28] | +info |
