Texto contextualizado: |
, me juzgaba con una dureza implacable. Yo le respondía gritandole irritada aquellas palabras que me parecieran más escandalosas para ella y para mamá. Pues sabía que enseguida la informaba de mi conducta, indisponiéndola siempre contra mí. Una vez me dijo: "Tu madre se va a morir si continúas haciendola sufrir de esta manera." Ante mi silencio, añadió: "¿Es que no la quieres ?". "¡No! ¡No la quiero! --recuerdo que respondí apretando los dientes--. ¡No la quiero, porque ella tampoco me quiere |
SUR:020.32 |