Texto contextualizado: |
que, para su asombro, se encontró a la puerta del restaurante. En ese instante la gente en desbandada apareció tras él y espoleado por un miedo que sonó en su pecho como el chasquido de una ternilla al quebrarse, golpeó esa puerta con desesperación. La gente ya retrocedía espantada contra sus perseguidores y la confusión degeneró en histeria; entonces se abrió una puerta y esas manos temblonas le urgieron con la discreción de una contraseña. Probablemente nadie se percató ni de |
MIR:076.12 |