A estos comunistas, labia no les falta!» Simonetta expone ideas y admite que las debe a su novio. Antes de conocerle sólo pensaba en aprobar los exámenes y luego ganar dinero, pero Romano la hizo consciente... ¡Oh, Romano! -¡Claroquequiereacostarseconmigo!-responde abiertamente a una alusión del viejo--. ¡Y yo con él!... ¿Qué dices de quince años, zío? ¿No tienes ojos? ¡He cumplido ya diecinueve!