, y era bajito, regordete y feo y le faltaban dos botones a su chaqueta. El abuelo le estrechó la mano y volvió a su habitación a resolver cierto asunto urgente, pero aseguró que regresaría enseguida. El contertulio se acercó aMiguel,dijollamarseLeónAlbertoysonrió. Era más joven de lo que había pensado al principio y su chaqueta no carecía de dos sino de tres botones. También le faltaban dos dientes. Hablaba y hablaba sin parar.
TER:026.03
SONREÍR.1 - Reír suavemente, con el gesto pero sin emitir sonidos