, y el doctor, indignado, cogió su sombrero y se marchó sin despedirse, farfullando entre dientes incomprensibles protestas. Desde el pasillo, el abuelo, violento con violencia de príncipes, le gritó que nadie sino él decidía lo que su nieto podía leer. Laabuelaestabasentadaenunsillónconel cuerpo encogido. Fue entonces la primera vez que Miguel la vio agitar nerviosamente la cabeza a un lado y a otro como quien dice que no. La miró
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SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas