añorabas esa luz que se clava en la retina, pero en ese momento creí que lo decías porque yo era la más transparente, la más diáfana. Un día comentaste: "De tan pálida, eres casi translúcida, puedo verte el corazón." Otro,alsentarmefrenteati,levantastelosojosyescuché: "Qué prodigiosamente blanco es tu rostro. Parece siempre emerger de la oscuridad." Pensé que te fascinaba lo blanco hasta que una mañana alegaste para mi gran sorpresa:
DIE:053.38
SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas