aunque sea por respeto al señor obispo. "Fue un soplo del Espíritu Santo", repetía ella a menudo. En efecto, había sido una ocurrencia providencial, pero de una virtud momentánea. Al oírla, los gemelos Vicario reflexionaron, y el que se había levantadovolvióasentarse.Ambossiguieronconla mirada a Santiago Nasar cuando empezó a cruzar la plaza. "Lo miraban más bien con lástima", decía Clotilde Armenta. Las niñas de la escuela de monjas
CRO:022.23
SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas