entrañas. Ella y yo mirando a la gente, yo pensé "ahora se cae la torre con este nuncavisto". Pero ni siquiera la campana. ¡ Hasta el reloj dio las seis como repicando a nuestro pasar! Despacio, ya te digo, y al final algunoshastasaludarondepuroazorados.¡Quégolpe! Aún se recuerda... » El viejo se lleva las manos al vientre y mira en torno. « ¿ Tú también, Rusca? ¿Estás
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SALUDAR - Decir palabras de cortesía en el encuentro o despedida