a distancia. Mutis de Adela. Tras la viveza y agitación de los momentos anteriores, repentinamente reina el silencio y una gran calma. Emilia toma asiento en un sillón. Pausa.) Ya puedes asomar la cabeza. Se han marchado. (Eduardo deja caer el periódico sobre su regazo.) EDUARDO.- (Con la garganta agarrotada.) No irás a llorar por eso, ¿verdad? EMILIA.- (Bastante más entera.) ¿Yo? ¡