CARMIÑA.- Estoy pensando que, si voy a mudarme a un apartamento, no me cabrá la vaca. No me queda más que ella; pero si es imprescindible para lograr el éxito, estoy dispuesta a sacrificarla. Cuánto me va a costar la independencia. Si alguna quiere hacer de matarife... Tengo tanta costumbre de darlo todo, todo. BEGOÑA.- Gracias. CARMIÑA.- ¿Por qué? BEGOÑA.- Porque ya habías dado todo,