sentía una gran necesidad de tenerla a su lado. En la tarde había grandes nubes grisáceas que el viento frío arrastraba sin acabar de desencadenar la lluvia. El pueblo ya no era el mismo de la última vez, cuando lo recorrió en compañía de Betina, un pueblo dorado en sus piedras por la primera luz madura del otoño, vivo aún en sus mercados y lleno de fúnebre intensidad junto al río, cuando vio el atardecer morado desde la puerta de la Biblioteca.
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RECORRER - Atravesar un espacio por toda su extensión