emergió del agua, unos minutos después, volvió a repetir: --Maravillosa. El pelo mojado y pegado a las sienes se le había oscurecido. Los ojos ya no brillaban como antes, y en la piel destacaban surcos blancos que cruzaban el rostro, paralelos en la frente, oblicuos desde la nariz a la comisura de los labios. «Ha perdido su brillo dentro del agua», pensó Julián. --Maravillosa --insistió Genoveva una vez más. Y añadió--:
JOV:071.27
CRUZARI.1 - Atravesar [un lugar] [de un extremo a otro]