Texto contextualizado: |
suyo. ¡ Pues cuando crezca...! » Salen de la calle della Spiga por Porta Venezia y luego Andrea acorta hacia su casa por la via Salvini. Pasando ante la portada de los ultramarinos, Hortensia recuerda el primer día que acompañó allí a su hombre. ¡ Qué taladradora mirada recibió de aquella rozagante cuarentona, la señora Maddalena! Una mirada que se enteró de todo. Hortensia no reaccionó risueña sabiendo como sabía las historias de la frutera, porque advirtió en los otros |
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