serio y dijiste, bebiendote hasta el fondo la copa que tenías en la mano: «Era una guerra perdida.» «Era tu guerra», añadí yo. Y cada vez más serio, molesto con la intrusa que rozaba tu conciencia, declaraste: «No es tiempo ya de tiros ni emboscadas. Trabajaremos para que algún día nuestro relevo se produzca de modo natural. Seremos hombres preparados en nuestras profesiones, inocentes y limpios. No era mi guerra,
JOV:046.02
ROZAR.1 - Estar cerca [de algo] o aproximarse [a algo] tocándolo levemente