abierta, si de veras proliferan, como dicen, las infracciones contra la propiedad. --Mira que si la han secuestrado... --No he advertido signos de violencia en la casa --dije yo--, pero volvamos a entrar y procedamos a un metódico examen. Reinaba en los dos míseros aposentos que integraban la vivienda, amén de un cuarto de baño y una cocina para pigmeos, el relativo caos de quien vive a solas y no siente una especial compulsión por el orden