se apretó al ver el odio que expresaba. Luego dio media vuelta y arrió de nuevo su cuerpo hacia el cuarto de la televisión. Pronto los niños se aburrirían y bajarían a la cocina: "Mamá, a mediodía casi no comimos". Descenderían caracoleando, ya podían oírse sus cascos en los peldaños, Laura abriría la boca para gritar pero no saldría sonido alguno; buscaría con qué defenderse, trataría de encontrar un cuchillo, algo para protegerse pero la