LEONIDAS.- (Apartando a Gatina con el pie.) ¡Aparta, gata estúpida! (El pregonero redobla el tambor. Un nuevo relámpago hace resplandecer intensamente la escena. Gatina, desesperada, vuelve a suplicar.) GATINA.- ¡Piedad! ¡Sólo pasó la lengua, señor! (Se oye de nuevo un trueno. El gran Leónidas, devorando los restos del último conejo, ordena con voz que trata de dominar todo.) LEONIDAS.- ¡